9-J La Europa que necesitamos

“Europa necesita un alma, un ideal y la voluntad política de alcanzarla” Robert Schuman

9-J, LA EUROPA QUE NECESITAMOS.

Las Elecciones Europeas del próximo 9-J se celebran en un complejo escenario geopolítico marcado por la inestabilidad, la incertidumbre, la multipolaridad, la interdependencia y, por si todo ello fuera poco, por la amenaza del antieuropeísmo, vectores que a mi juicio las convierten en las elecciones más importantes de las cuatro últimas décadas. 

A continuación, desgrano los 10 retos a los que considero se ha de enfrentar la Unión Europea para ser un actor global relevante y así contribuir a favorecer la paz, la estabilidad y el progreso en el mundo.

1. SOBERANÍA ENERGÉTICA.  La dependencia de fuentes externas de energía, especialmente de proveedores no confiables, conlleva el riesgo de fluctuaciones de precios e incluso de interrupciones en el suministro, con graves consecuencias para los consumidores y para la propia economía. 

La soberanía energética es garantía de un acceso estable a la energía, es un factor clave en términos económicos y de competitividad y en términos estratégicos es determinante para no estar sometida a las presiones o intereses de otros actores globales.  

Avanzar con decisión hacia la soberanía energética servirápara facilitar la transición hacia un modelo energético más sostenible y descarbonizado. 

En síntesis, la soberanía energética debe ser un objetivo estratégico fundamental para la Unión Europea en el contexto geopolítico actual, porque supone una oportunidad para liderar el crecimiento económico y del empleo, la innovación tecnológica y la lucha contra el cambio climático a nivel global.

2. GESTION DE LOS FLUJOS MIGRATORIOS JUSTA Y SOSTENIBLE. La necesidad de una gestión de los flujos migratorios justa en la Unión Europea es imperativa para abordar el desafío humanitario derivado de la movilidad humana de manera solidaria, responsable, equitativa y sostenible. 

La Unión debe alcanzar una política migratoria que nazca de los valores del respeto de la dignidad humana y a los derechos humanos, y que no se deje influir por el auge del movimiento antiinmigración basado en un retorica excluyente y xenófoba que demoniza y deshumaniza a grupos enteros de personas con la mera finalidad de obtener rédito electoral. 

La política migratoria europea debe tener como prioridad que el Mediterráneo deje de ser el mar de la muerte; en consecuencia, debe ser justa y a la vez sostenible, lo que exigirá pedagogía social y un delicado equilibrio entre realismo, solidaridad y derechos humanos.

3. EL CAMBIO CLIMÁTICO. La UE se ha posicionado como líder en la implementación de políticas ambientales ambiciosas, estableciendo objetivos claros para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la transición hacia energías renovables y la mejora de la eficiencia energética. El Pacto Verde Europeo busca transformar la economía de la UE en una economía sostenible y climáticamente neutra para 2050, promoviendo la innovación y la inversión en tecnologías verdes

Sin embargo, la implementación de estas políticas se enfrenta a resistencias internas y externas, aun así, la UE debe mantener un liderazgo firme en la lucha contra el calentamiento global.

4. UNA POLÍTICA DE DEFENSA EUROPEA.  La necesidad de una política de defensa europea se ha vuelto más urgente ante el creciente panorama de amenazas globales y regionales. La inestabilidad geopolítica, el terrorismo, los ciberataques y la competencia estratégica entre grandes potencias son el contexto en el que debe desenvolverse la Unión Europea. 

Avanzar en la política de seguridad y defensa común permitiría una respuesta eficaz ante las amenazas y fortalecería la autonomía estratégica de la UE, reduciendo la dependencia excesiva de aliados externos. 

Finalmente, una política de defensa común servirá para enviar un mensaje nítido de unidad y determinación, consolidando la posición de la UE como un actor global relevante y comprometido con la paz y la seguridad internacionales.

5. MEJORAR LA COMPETITIVIDAD DIGITAL. Europa está quedando rezagada en áreas clave como la inteligencia artificial y el desarrollo de tecnologías emergentes. Mejorar la competitividad digital de la Unión Europea es esencial para asegurar su liderazgo en la economía global del siglo XXI. 

La digitalización impulsa la innovación, la eficiencia y el crecimiento económico, aspectos cruciales para la prosperidad de los estados miembros. Asimismo, una Unión Europea digitalmente competitiva promoverá la soberanía tecnológica, reduciendo la dependencia de tecnologías extranjeras y fortaleciendo la resiliencia económica de los países miembros

6. CONSOLIDACIÓN DE LA AMPLIACIÓN DE 2OO4, INTEGRACIÓN DE UCRANIA Y CONSTITUCIÓN EUROPEA. La UE debe reforzar la cohesión y reducir las diferencias, para de ese modo culminar el proceso de integración de la ampliación de 2004 hacia el Este, que supuso la incorporación al proyecto europeo de diez países, consolidando así la homologación institucional y económicade los nuevos miembros (Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y la República Checa). Lo que se debe hacer extensivo a las ampliaciones posteriores (Bulgaria, Rumanía y Croacia) y que, en suma, significará fortalecer la unidad política de la Unión, respetando la diversidad compleja que la caracteriza. 

Junto a ello, es necesario avanzar con firmeza para propiciar el proceso de adhesión de Ucrania a la Unión Europea, una necesidad imperiosa para Kiev y un objetivo estratégico para la propia Unión. 

Por último, Europa debe explorar un nuevo marco de relaciones con el Reino Unido, tras el insuficiente Acuerdo de Comercio y Cooperación post Brexit, que responda a las necesidades reales de cooperación y promueva una colaboración pragmática y efectiva, en áreas críticas como seguridad, lucha contra el terrorismo, cambio climático o regulación financiera.

Quizá de la implementación de esos tres hitos pudiera surgir, pese a la extraordinaria complejidad, la necesidad de recuperar la vieja y ambiciosa idea de contar con un Tratado que establezca una auténtica Constitución Europea, que siente definitivamente los valores, los objetivos, las competencias y una más eficaz estructura institucional de la Unión. 

7. LA POSIBLE VICTORIA DE DONALD TRUMP EN EEUU. Una victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2024 plantearía desafíos significativos para la Unión Europea. Su hipotético retorno podría reavivar tensiones en áreas como el comercio, la defensa y el cambio climático. Las políticas proteccionistas de EE.UU. que propugna Trump podrían impactar negativamente a las economías europeas, notablemente abiertas y exportadoras. 

 

 

Además, una política exterior que se puede presumir errática y menos comprometida con los valores democráticos y los derechos humanos colisionaría con el papel natural de la UE en el Mundo. Ante este escenario, Europa tendría que fortalecer su autonomía estratégica, y definir un liderazgo más sólido para proteger sus propios intereses y valores y su papel como actor global.

8. LA GUERRA EN UCRANIA. Europa está desempeñando un papel crucial en la guerra de Ucrania, brindando apoyo militar, económico y diplomático que resulta vital para la resistencia ucraniana frente a la invasión rusa. 

La guerra ha revitalizado la OTAN, reforzando la unidad entre sus miembros y subrayando la importancia de la alianza para la seguridad europea.  La determinación de Europa y EE.UU. ha enviado un mensaje claro de defensa de los principios democráticos y la soberanía nacional. 

No obstante, este escenario ha subrayado la necesidad de una política europea exterior y de seguridad común más integrada y robusta. Pese a ello, en los meses venideros Europa debe erigirse como un actor determinante para favorecer una paz justa y duradera en Ucrania. 

9. EL CONFLICTO ENTRE ISRAEL Y PALESTINA. El consenso entre los estados miembros de la UE en torno al conflicto entre Israel y Palestina es hoy harto complejo. Las instituciones europeas se mueven entre la posición del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que apoya firmemente a Israel en el conflicto con Palestina, y la de España, cuyo gobierno presidido por Pedro Sánchez. ha reconocido el Estado palestino de forma simultánea con Irlanda y Noruega, asegurando que no es una medida contra Israel sino una contribución a la paz.

La UE debe avanzar rápidamente hacia la posición de la mayoría de los países del mundo que ya han reconocido el Estado Palestino, 140 de los 193 que integran la ONU. Un reconocimiento que será clave en la solución del conflicto yque tendrá efectos beneficiosos para la seguridad y el bienestar en Oriente Próximo y para el conjunto de la comunidad internacional.

Como ha señalado El Alto Representante de la UE, Josep Borrell, “los europeos, debemos intensificar nuestra acción en favor de la paz entre Israel y Palestina. No sólo porque es nuestro interés, sino porque es nuestro deber moral y político.”

10. AUGE DE LA ULTRADERECHA Y EL ANTIEUROPEISMO. El auge de la ultraderecha en Europa representa una amenaza interna que debe preocupar a todos los demócratas. La extrema derecha gana terreno explotando el descontento social y promoviendo agendas nacionalistas y euroescépticas, negando el cambio climático, presentando la inmigración como la causa de los problemas sociales y económicos y propagando sistemáticamente bulos y fakenews que agitan su agenda política. El antieuropeísmo se abre camino con una retórica simplista basada y propuestas absurdas como salir de la Unión Europea o volver a adoptar la lira o la peseta como moneda nacional. 

El desafío para la UE es cómo responder a este creciente euroescepticismo, y para ello es necesario reafirmar los beneficios tangibles de la integración, reforzar la identidad común europea y aumentar la transparencia y la participación ciudadana en las decisiones de la UE. La capacidad de la UE acercarse a las preocupaciones de sus ciudadanos es crucial para contrarrestar esta ola de antieuropeísmo y preservar la estabilidad del proyecto europeo. 

 

CONCLUSIÓN. Europa se encuentra en un momento crucial de su historia, afrontando una conjunción de retos geopolíticos que necesitan respuestas estratégicas, innovadoras e inteligentes. Y junto a ello, en este momento determinante, “Europa necesita un alma, un ideal y la voluntad política de alcanzarla” como acertadamente dijo Robert Schuman.

Lo que a mi entender significa que, la capacidad de la UE para navegar en este proceloso mar de desafíos dependerá de la convicción europeísta de sus líderes, de su determinación para conjugar cohesión y pluralidad y de su compromiso para defender los valores y principios que la definen. 

Sólo con una Unión Europea alejada de la creciente polarización, guiada desde la moderación, el diálogo y el consenso político, y con una intensa influencia de los valoresy principios de la socialdemocracia, podremos seguir avanzando en ese gran proyecto de paz, democracia, libertad, derechos humanos, progreso, prosperidad y solidaridad que es la Europa con la que soñaron Shuman, Monnet, Adenauer y Churchill y que es la Europa que necesita España y el Mundo.

Carlos González, es abogado y ex alcalde de Elche.

 

 

 

 

 

 

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